20 ene 2009

Capítulo Uno


"Imagínate que tienes que romperle el brazo a alguien.
El derecho o el izquierdo, da lo mismo. La cuestión es que tienes que rompérselo, porque si no lo haces... bueno, eso tampoco importa mucho. Digamos que ocurrirán cosas peores si no lo haces.
Mi pregunta es la siguiente: ¿le rompes el brazo de prisa —crac, vaya, lo siento, deje que lo ayude con este cabestrillo de emergencia— o alargas todo el proceso durante sus buenos ocho minutos y vas aumentando la presión poquito a poco, hasta que el dolor se convierte en algo rojo y verde y caliente y frío y, en su conjunto, absolutamente insoportable?
Pues eso. Por supuesto. Lo correcto, la única opción correcta, es acabar cuanto antes. Rompe el brazo, sírvele una copa, sé un buen ciudadano. No hay otra respuesta.
A menos...
A menos, a menos, a menos... ¿Qué pasa si odias al tipo que está al otro extremo del brazo? Me refiero a que lo odias de verdad..."


Thomas Lang


1 comentario:

Lorena dijo...

Buah sei eu daljén ó que llo retorsería pero ben. Pouquiño a pouco, pa ver coomo a cada sejundo a súa cara empeora co sufrimento e o dolor. Non oh... Dios, encantaríame. O que pasa que ainda non estaría compensado, porque el sufriría durante uns minutos pero nós, ou eu polo menos sufrín un pouquiño máis que uns minutos pola súa culpa. Así que a mellor opsión sería crusificalo. Si, estaría ben. Moi ben. Ahhh. Si me volvo/ín unha psicópata foi pola súa culpa. Espero que non se pase ninguén por aquí a comentar xD

E o blog arrejlástelo ti ou arrejlóuseche?